
Esparragos
Como cada mes de Abril, en los campos navarros, he visto recoger esparragos. Ya no se ven aquellos caballones de tierra bien construidos y alineados, tratados con mimo por nuestros padres y planchados con aquellas hermosa azadas.
Para la economía de Desojo, el esparrago, marcó el punto de deflexión. En los años 60, los pioneros desojanos Hilario Bayano y Valentin Alvarez en la zona de la Presa así como Jesús, el de Venancio, y Teófilo, el nazareno, en Bardazosa, comenzaron a pegarse madrugones para antes que saliese el sol y la clorofila pigmentase las puntas (los verdes o morados eran de segunda) los recogían con cuidado y tapaban otra vez la tierra.
Hoy en día ya no se colorean porque están tapados por unos plásticos negros, ni hay que madrugar, ni siquiera hay que dejar bonito el caballón.
Me recordaba Lucio las trampillas que hacíamos cuando se rompían las puntas, como buenos traumatólogos, las uníamos con un palillo o cuando las barcas eran de madera, que las teníamos en el agua para que ganasen un kilo (porque siempre se descontaba la misma cantidad).
A mediodía se recogían y se entregaban en las fábricas, primero Chistu de S. Adrian, más tarde en Los Arcos, Mendavia...
En los lugares que la tierra era suelta, allí se plantaba el espárrago. La CERRADA, allí pasaban la Primavera, Lucio, Amancio, Juan José, Luis, Hilario, Miguel...En la Idesa, Santos, Pedro, Elpidio...En Balacín Julian, Hilario (zarra) Ignacio.., en el Puente de S. Miguel, Benjamín; hasta en S. Cristobal tuvo Josemari...
Pero el esparrago desapareció de Desojo, los últimos Joaquín en la Barranca, Lucio, Juan José y Josemari en el Prado.
También homenajear a nuestras madres que además de las faenas domésticas cogieron muchos esparragos y las jóvenes de aquella época que trabajaban en las fábricas. En HERMAR de Mendavia estuvieron Carmen Perez y Mari Candelas.