
Cofradía de la Vera Cruz
Un dia como hoy de hace 140 años, el 11 de Noviembre de 1877, se aprobaron los estatutos de la Cofradia de la Vera Cruz de Desojo. Su autor fue D. Valentín Fernández Ciordia, párroco de Desojo, en aquél tiempo.
Como está escrito en este mismo blog y en el libro Desojo en la Historia, la cofradía es antiquísima, siglo XVI, pero como todo en esta vida tiene momentos álgidos y bajos, que incluso lleva muchas veces a desaparecer. En éstas estábamos en esos años, cuando D. Valentin llega a Desojo, recién ordenado (estuvo 40 años), para darle vigor y reforzarla con la aprobación de los Estatutos.
Como actos más visibles de la Cofradia eran la celebración de una misa mensual, celebrar las fiestas de la Cruz, acudir a los funerales de sus hermanos portando la "cera" encendida, procesionar el día de Jueves Santo (actualmente en Viernes Santo) encapuchados y revestidos con una túnica blanca (la misma que servirá de mortaja).
Los tiempos han diezmado y envejecido la población de Desojo, y por tanto, hemos tenido que renovarnos. Si la Cofradía era exclusivo para varones, ahora todo el que quiera pertenecer, hombre, mujer y sobre todo niños y niñas son bienvenidos.
En este momento solo mantenemos el acto del Viernes Santo, que acompañados por la Agrupación de Bombos de Varea, escenificamos una procesión y Via Crucis dignos. Hay que intentar que no languidezca, volver a la misa mensual, no parece posible, pero sí, rendir homenaje a nuestros mayores que se van, con una" misa de salida" el sábado siguiente al funeral y aprovechar para reunirnos y cenar unos huevos con jamón en la Sociedad Balacín.
Mantener la tradición no es dificil, es cuestión de que haya tres personas para " picar en el ambiente", luego los demás se adhieren. Aunque parezca que la gente está cómoda en la rutina, sabemos que nos está matando poco a poco. Necesitamos estímulos para que el pueblo y nosotros mismos no languidezamos. TODAS LAS IDEAS QUE SE OS OCURRAN, se pueden intentar. Que por lo menos, nosotros no dejemos que la Cofradia de la Vera Cruz que tanto amaron y por la que trabajaron nuestros antepasados, la dejemos desaparecer.
Poli Yániz Eguilaz