
Guillermo Moreno Veramendi
Una vez más tenemos el orgullo de poder escribir, sobre los éxitos de un desojano, Guillermo Moreno Veramendi, nuestro querido Willy, hijo de Begoña y Juan Bautista (Batis) es noticia estos días, en diferentes medios de comunicación, por su exposición en la Ciudad de Panamá.
Aquí reproducimos el artículo de La Rioja, sábado, 27 de octubre de 2018, Page. 36
Un viajero con los pinceles afilado
Sábado 27.10.18
LA RIOJA
El pintor Guillermo Moreno, muy vinculado a La Rioja, expone sus obras en una destacada galería de Panamá
«La exposición en Panamá está siendo muy interesante y satisfactoria –explica Moreno–, puesto que se trata de una zona del planeta en que nunca había colgado mis pinturas y, también, porque puedo comprobar el interés del público, muchas veces un público muy joven, por el mundo del arte».
Licenciado en Bellas Artes, Moreno inauguró su primera exposición en el año 2001 en la Escuela de Arte de Logroño, actual Esdir, bajo el título de ‘Paisajes’. También colgó sus obras en la muestra titulada ‘Aparcamientos’ en el Centro Cultural Caja Rioja (2006) y en ‘Caminos’, en el Colegio de Arquitectos Técnicos de Logroño.
Después de un largo periodo de docencia y de desarrollo pictórico y artístico en La Rioja, buscó Guillermo Moreno nuevos horizontes en Baleares y en Madrid, protagonizando exposiciones individuales en el Teatro Infanta Isabel, en la capital de España (’Pinturas’, 2001); en la Fundación Coll Bardollet de Valldemossa, en las Islas Baleares (’Ver- sus’, 2013); en la Galería ‘Sa pleta freda’, en la localidad mallorquina de Son Servera (’Versus’, 2014); y en la galería ‘El Halcón Milenario’, en Vigo (’Go far’, 2015).
En los próximos meses tiene previsto Guillermo Moreno traer a Logroño una exposición con pinturas de su nueva obra. mizquierdo@diariolarioja.com
LOGROÑO. Inaugurar una exposición de pintura en la Ciudad de Panamá, capital del país del legendario Canal que comunica los océanos Atlántico y Pacífico, puede tener un punto de exotismo. Sin embargo, muchos de estos países de Centroamérica y el Caribe, como ocurre con Cuba o Panamá, están desarrollando un caldo de cultivo ideal para nuevos artistas tanto locales como de otras zonas del mundo. Y es que el efecto que supone Miami como epicentro latino de arte y cultura ha explotado a lo largo de la última década en todo su esplendor, pese a la deriva que trata de imponer Donald Trump.
Animado por esta efervescencia artística y cultural, el pintor Guillermo Moreno (Guipúzcoa, 1972), vinculado a La Rioja desde hace ya bastantes años, inauguró el pasado 2 de octubre la exposición que lleva por título ‘Un flâneur al volante’ en la galería Arteconsult, una de las más prestigiosas de la Ciudad de Panamá. La muestra, que está siendo muy visitada, permanecerá abierta hasta mediados del próximo mes de noviembre.
El viaje y no el destino
Como el mismo título de la muestra evidencia, ‘Un flâneur al volante’, los cuadros de Guillermo Moreno van pasando ante los ojos del espectador como si éste permaneciera inmerso en un viaje circunstancial, un recorrido donde el paisaje, la mayor parte urbano, se construye a través imágenes comunes. Carreteras, grandes superficies, aparcamientos, vehículos y otros elementos se suceden a través de un bucle compuesto por lo que Marc Augé denominó como ‘no lugares’.
«Lo importante es el viaje, no el destino», escribe Kavafis en su ‘Viaje hacia Ítaca’, una idea que también impregna la obra cumbre de Jack Kerouac, ‘En el camino’.
«Los ‘no lugares’ son esos paisajes que, en principio, no parecen importantes, pero que de una forma subrepticia van marcando tu vida y evocando situaciones o recuerdos», explica el autor.
Como escribe el crítico y profesor de Bellas Artes Juan Carlos Román, la obra de Moreno parece el reflejo de «una amnesia, que si bien parece próxima a los versos de Antonio Machado (caminante no hay camino...) contrasta cuando confiere al camino ese tiempo como espacio poètico. Los no lugares de Guillermo Moreno producen cierta angustia.
Esperamos el éxito de esta exposición, en tierras americanas, y poderla contemplar en Logroño, y ¿por qué no en Desojo?
Poli Yániz Eguilaz