1º Hilario Garcia Labeaga (Hno Leandro)

La imagen de Hilario Garcia la tengo muy presente en la retina. Hombre corpulento, fuerte, de rostro colorado, tranquilo, erguido, levemente orondo, con la sotana siempre impoluta, rezumaba bondad y apacibilidad. De aspecto vigoroso, parecia que vendía salud.

Aún lo recuerdo paseando, a ritmo lento, pausado, por  las calles de Desojo, mientras gesticulaba y proponía grandes proyectos, que como veremos en el desarrollo de su biografia fue su gran ilusión.

Muchos ya estaréis recordando al "Divino Calvo", que es como se conocía.. Siempre pensé que el sobrenombre se lo había puesto algún desojano, pero no fue así. El apodo viene de su época americana.: había un antiguo alumno dueño de una plaza de toros, y convidaba de cuando en cuando a los hermanos a ver alguna corrida. Entre los toreros había uno que se parecía a nuestro hermano Agustín (se le conocía en Lasalle como Hno. Leandro Agustín) y era precisamente apodado así: "el divino calvo" los hermanos jóvenes tuvieron base para sacarle en tono de broma el apodo del torero....y así quedó "bautizado"...y conocido en el Distrito.

Pero, una vez recordado mi imagen, empezemos.

Nace en Desojo, un 16 de marzo de 1901, en Barrio Suso, su casa natal está de cara al Aguandarte, y recostada en la colina de S.Martín. Sus padres son Venancio Garcia y Severina Labeaga. Sus hermanos: Crescencio y Jesús.

Va a la escuela, junto con medio centenar de críos y crías, en la única escuela existente. Recibe una esmerada instrucción por parte de la maestra María Concepción Ruiz.

El otro elemento importante, en la formación de Hilario, fue sin duda el párroco, Valentín Fernandez Ciordia, verdadero santo según sus contemporáneos, su vida está escrita en nuestro libro, Desojo en la Historia. No dudamos que influyó de manera decisiva con sus ejemplos, consejos y dictamen favorable para el ingreso en La Salle.

Un buen día cae por la escuela un "fraile" de La Salle, con su peculiar atuendo, rematado con el famoso "babero". Era habitual que las órdenes religiosas tuvieran algún fraile que visitaban las escuelas de los pueblos para captar a chicos.

Llega a Mollerusa, el día que cumplió 12 años, Noviciado Menor, regido por frailes franceses, expatriados por la famosa ley de Combes de 1905, "La República no reconoce, no paga, ni subsidia religión alguna"

Sigue la formación en Irún, donde toma el hàbito. El escolasticado en Bujedo.

Comienza la etapa de profesor, tres años en Manresa, dos años en Seo de Urgel y comienza la etapa americana.

El 1 de agosto de 1922, entra en caja, pero acogièndose al favor otorgado por la ley, que dispensaba de pasar por el cuartel a quienes decidiesen enseñar en alguna de las posesiones de Africa o ir a Amèrica, en calidad de misioneros, nuestro desojano pide ir a Argentina.

Pero no va a parar a Argentina, sino al colegio de La Salle de La Paz en Bolivia. Aunque su idea era cumplir los seis años de compensación por el servicio militar. pasó màs 37 años.

En La Paz, el colegio estaba localizado en un antiguo hospital de San Juan de Dios completamente inadecuado para la enseñanza.Tiempos heroicos, pero felices. Su amplia cultura, sus formas, y pràcticas de educación, su finura de trato y su arte de saber enseñar de forma fina y educada, le ganaron el respeto y la amistad de los estudiantes.

En el año, 1930, el hno fue trasladado al Colegio de Cochabamba, segunda ciudad de Bolivia, al centro educativo más importante de la región, en él pondrá todos los recursos de su personalidad, en la formación de una juventud cristiana y patriótica. Enseñó sus asignaturas predilectas: Literatura y Filosofia.

Siempre con su Santo Hábito digno y pulcro, tanto en casa, como fuera de ella. Recuerda estos años de Cochabamba como los más fructíferos de su vida religiosa. Su comportamiento ejemplar, le valió el respeto y admiración. Piadoso, amantísimo de la Institución Lasaliana, del santo fundador, de las tradiciones y deseoso de que se conociera el Instituto, organizaba fiestas, congresos, reuniones de exalumnos.

En 1947, en atención a sus dotes de profesor y organizador, lo nombran Director del  Colegio de La Salle en Lima, Perú. Aunque a los pocos meses, tuvo que viajar a Roma para su segundo Noviciado, por un año, regresó a su puesto de Director en Lima.

Con miras a dotar al Colegio de más amplitud, logró la compra de terrenos adyacentes, y construyó instalaciones deportivas: campos de futbol y basket.

Aunque esto fue solo el principio, pues quiso construir un segundo Colegio en Lima, de estructura más moderna en al zona residencial de la Granja Modelo, donde compra una gran extensión de terrenos, pero la falta de personal impidió que cristalizarse este proyecto.

En el año 1952, las responsabilidades de Hilario aumentan, es elegido Visitador del Distrito de Perú y Bolivia.

Trabaja en sus proyectos arquitectónicos, construye la magnífica iglesia de San Juan Bautista de la Salle de Lima, grandiosa basílica, con preciosos materiales nobles, maravillosas vidrieras, viacrucis en porcelana.Asi  como en las casas de formación: elige a los mejores profesores, y los dota de medios materiales y recursos económicos, o la Biblioteca del Escolasticado, o el Archivo del Distrito; sin olvidar nunca la religiosidad: prescribió en todas las escuelas y colegios actos marianos, exposiciones al Santísimo Sacramento.

A veces, se dejaba llevar por su excesivo entusiasmo, concibiendo proyectos irrealizables, pero que revelaban sus deseos de que la Institución Lasaliana ocupara lugar preferente en la educación. Con tal motivo, compró unos terrenos en las inmediaciones de la ciudad de Santa Cruz, Bolivia, para construir un gran Centro Educativo para enseñanza Primaria, Secundaria, Técnica, Agrícola etc. Por falta de recursos y personal , solo ha sido posible una parte de este ambicioso proyecto. No obstante La Salle tiene en  Santa Cruz uno de los más importantes Centros educativos de Bolivia.

Bajo el aspecto aparentemente adusto y frío, ocultaba un corazón generoso, sensible, grande, emprendedor e idealista, por lo que numerosos religiosos dedicados a la enseñanza, frecuentaban el Colegio para consultarle, quedando encantados de su acogida y competencia.

Al terminar sus años de Visitador, pasa tres años de profesor en Santa Cruz y Cochabamba, para regresar a España, no sin antes recibir infinidad de homenajes, diplomas y reconocimentos. Para quienes solo lo conocimos en España, no nos podemos hacer la idea de la labor de Hilario en América.

En 1964 regresa a Bilbao,se dedica a dar Ejercicios Espirituales en San Asensio, le nombran Inspector para los Colegios de La Salle, quiere volver a dar clase, es destinado a Zumárraga: 69-71. De Aquí a Irún donde sigue dando clase hasta el año 1973.

Fuera del horario de clase, creó sesiones de "clases de ingenio", pasatiempos, forma de dar clases, pedagogía..con todo el material que acumulaba de tantos años.

Los últimos tiempos los ocupaba rezando y paseando. Precisamente el día de Todos los Santos de 1980, cuando se dirigía hacia el cementerio falleció víctima de un estúpido accidente, fue atropellado por una bicicleta-

Poli Yániz Eguilaz