
Recuerdos
En el inicio de la calle Mayor, al comenzar la cuesta del Patio, vemos a la derecha un escampado, resultado del derribo de cuatro casas y tres pajares, corrales y bodegas incluidos, tras años de abandono, que han llevado a declarar en ruina estos edificios.
En los trabajos de desescombro, la excavadora se llevó por delante algo más que piedras, maderas o trastos viejos; en cada palazo de la máquina iban recuerdos, experienzas, historias y parte de nuestro patrimonio histórico.
Corría el verano de 2016 cuando la demolición de los edificios hizo desaparecer el rótulo: "Calle Mayor", escrito sobre una cerámica amarilla y pintura negra que sobresalía en una de las fachadas y que desde 1897, más de 120 años, empezazaron a lucir en diferentes casas de la calles: Mayor, de la Plaza, de la Iglesia y de la Herrería, pero el paso del tempo las ha borrado. Actualmente, solo queda la de la calle de la Plaza. Como hemos comentado muchas veces, la conservación del patrimonio no ha sido muy valorada y nos hemos dejado llevar por la desidia, lo que ha conducido a la desaparición de parte de nuestra historia.
En una de las casas, se mantuvo hasta que se hundió, hace unos 40 años, la única cocina de cúpula redonda y chimenea en el centro. En esa misma casa, hasta 1978, se cerraban las cabras del último pastor de "la cabrada " de Desojo. El rebaño tenía reservado "el Chaparral" para el invierno, y el resto del año, pastaba en los tres egidos del pueblo. El recambio de cabras se realizaba periódicamente con la llegada de los murcianos, que pastoreaban las cabras, pueblo a pueblo, para venderlas.
Otro detalle, delante de la puerta principal de dicha casa, había una gran losa rectangular, que utilizaba "el pobre de las agujas" para exponer su mercancía: agujas, alfileres, dedales, peines de pluma,....y, aunque, no hubiera vendido todo el género, a mediodía, podía llenar el estómago con el plato de legumbres que la vecina le obsequiaba.
Esta casa era sostenida por uno de los esquinales más robustos y bonitos de todo el pueblo, con piedra de sillería muy bien labrada. Los aleros eran de piedra, cosa muy excepcional, y con la característica de ser idéntico al de la iglesia, por lo que podemos pensar que, la esculpió el mismo cantero y que es de la época de construcción de la iglesia, hace 460 años. Tambien disponía de un ventanuco, uno de características parecidas hay en la calleja del " Purgatorio", hoy en día, está ciego. Pero el que comentamos, tiene una curiosidad, pues hay otro en la ermita de Villanueva con las mismas medidas y el mismo reparto de piedras. Lo que nos lleva a pensar que puede ser obra del mismo cantero y nos explicaría la fecha en la que desapareció la cabecera románica de la ermita , que fue sustituida por la forma rectangular actual.
De los 17 corrales que había esparcidos por el campo, ya no queda más que uno en pie, otro semiderruido. Tambien quedan unas 50 chozas y varios algibes, algunos de ellos en situación lamentable.
Con la desaparición de este bloque de casas, la fuente, el lavadero, el diezmo y el horno, la tejeria, seis ermitas, castejón,...hacen que la restauración de la Picota, la Ermita o la choza de Barranconero cobren suma importancia en el mantenimiento del patrimonio de Desojo.
Victoriano Pérez Lanz y Poli Yániz Eguilaz