TIEMPOS DE COSECHA en Desojo

Para los  agricultores de nuestro pueblo, estos son los días fundamentales. Como para los estudiantes son los exámenes, así es la recolección en agricultura.

Los estudiantes están contentos cuando aprueban, los agricultores siempre encuentran pegas. Este año recorriendo nuestros campos ofrecían una hermosa postal, altos, tupidos..500-600 kgs. por robada, pero también hay pegas, el precio está bajo.

Pero hoy quería escribir sobre el cambio que la recolección ha sufrido en el último medio siglo.

La siega a hoz. Cuadrillas cada uno llevando una renque en aquellas piezas con importantes desniveles. La hoz se siguió usando para desorillar cuando vinieron aquellas segadoras, que tiradas por el macho cortaban la mies y la expulsaban como una gabilla al suelo. Les llamamos engabilladoras. Las  recogíamos de 3 en 3 para formar un haz que atábamos con un esparto. Los juntábamos para que luego al acarrear fuese más cómodo.

Al mismo tiempo había otras que llamábamos las atadoras, eran más grandes que las anteriores, y la ventaja es que expulsaban pequeños haces atados con cuerda. Luego formábamos un haz con tres o cuatro, 10 haces una carga que es lo que llevaba un macho con los ganchos. Lo mismo que a la anterior había que desorillar para que pudiera entrar la máquina.

Un paso importante fue la llegada de lo que en Desojo llamamos "Filomatic". Era una atadora pequeña con el corte por delante, por lo que no había que desorillar.

Una vez que habíamos segado, de cualquiera de las formas indicadas, llegaba la trilla. Yo no conocí el trillo. Mis recuerdos son de las trilladoras Ajuria. La Cooperativa tenía tres. Dos grandes y la pequeña. Trillaban en tres eras(Longinos, Castejón y carretera de Espronceda). Los últimos años se trasladaron a la pieza de Rantiegue de la primera vuelta de la carretera de Sansol.

Antonio Alegria y Agustín Chavarri tenían sendas trilladoras y eras.

Siguiendo con la cooperativa, había un orden para trillar. Uno estaba trillando y otro acarreando la mies, primero con carros y las picas que se ponían para cargar más. ¡ Qué juramentos con los machos, que no podían subir las cuestas !.Siempre había otro preparado para no parar. Se comenzaba muy temprano y qué duro.! Primero arrancar el motor, esto era un suplicio, media hora pasaban los más fuertes y todos sacando la lengua, y cuando arrancaba se caía la polea de transmisión que le unía a la trilladora . ¡ otra vez a empezar!. En la trilladora dos empleados, uno alimentando y otro en los sacos. Ayudándoles los que les tocaba trillar. El niño cortando cuerdas ¡ y recogiéndolas!, qué calor, cuánto polvo.....La función de la trilladora, separar el grano de la paja. El grano al saco y la paja a la pajera. Allí esperaba Gaulles para hacer todos los años una obra de arte. Parte de la paja se llevaba en mantas a los pajares y allí estábamos los niños tacuñando la paja, que se usaba para el ganado, antes de arrancar el motor se desayunaba anís con chocolate. Y a medía mañana el que estaba trillando llevaba " la ley " que se componía de aceitunas con cebolla.

A finales de los años 70 del siglo pasado se produjo el milagro, una máquina que segaba y trillaba a la vez. Dos personas en la mitad de tiempo hacían más labor y más descansada que treinta. Gracián Alvarez de Eulate trajo una JHON DEERE verde que la conducía su hijo José Andrés y otra cosechadora Volvo. Lo que siguió después, desaparición de las trilladoras y cosechadoras cada vez más grandes, modernas y cómodas.., pero esto lo podéis ver acercándonos al campo.

Sirvan estas líneas de homenaje a nuestros padres. Conforme leáis, le podéis poner nombres. Yo no los he puesto por miedo a dejarme alguno.