Desojanos en el Jubileo de las Cofradías
Dentro del programa que está desarrollandose este año con motivo del año Jubilar 2025, este sábado 11 de noviembre le ha correspondido a las Cofradías y Asociaciones.
Como os expuse en el artículo anterior, en nuestro pueblo, desde muy antiguo, hay varias: San José, Vera Cruz, Asociación Hijas de María, Virgen del Rosario, Sagrado Corazón....y la Virgen de Codés, de la que la mayor parte de los desojanos somos cofrades. Por lo que un grupo, unos 15, de desojanos animosos nos trasladamos a Pamplona.
La ceremonia comenzó en la plaza del Obispado, y en procesión, fuimos caminando hasta la Catedral, donde fuimos recibidos al son de tambores.
Ya en el interior del recinto, el Arzobispo nos confesó la alegria y satisfación que le había producido ver la la Procesión, y en la homilía nos recordó la importancia en la formación, mantenimiento y propagación de la fe popular por parte de las Cofradías
"Nos reunimos en la catedral de Pamplona, dice D. Florencio, con motivo del Jubileo que la Iglesia de Navarra convoca para las hermandades y cofradías. Este año jubilar nos invita a preguntarnos si nuestras hermandades y cofradías somos signos de esperanza para nuestra Iglesia y sociedad navarra. Las hermandades y cofradías, desde su raíz en la religiosidad popular, tienen un papel especial: ofrecen espacios de encuentro, de oración, de servicio, de comunión.
Las hermandades y cofradías están llamadas no solo a contemplar, sino a salir a la calle. Son un gran exponente de la presencia pública de la fe. De sacar nuestra fe fuera de las iglesias y hacerla pueblo, hacerla calle, hacerla compromiso. Y en eso las hermandades y cofradías ayudan mucho. Como decía el papa Francisco a los participantes del II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular, que se celebró del 4 al 8 de diciembre de 2024 en Sevilla: «Es la belleza de Cristo, que nos convoca, nos llama a ser hermanos y nos impulsa a sacar a Cristo a la calle, a llevarlo al pueblo, para que todos puedan contemplar su hermosura. Qué gozo ver caminar el cortejo acompasado por el ritmo de una oración silenciosa, que sobrecoge el corazón de quien lo ve». No es custodiar imágenes o tradiciones, sino que esas imágenes les impulsen a la vida. Están llamadas a abrazar la misión activamente, a ser catequesis andante y viviente. Las cofradías y hermandades son custodios de la fe, para muchos el inicio a la fe. Como dijo monseñor Edgar Parra, sustituto en el Vaticano, en el mencionado II Congreso Internacional celebrado en Sevilla: “Donde hay piedad popular, la fe se ha mantenido”.
Toda cofradía o hermandad debe tener tres dimensiones de su ser Iglesia. Debe tener celebración. No hay fe, y por lo tanto ni cofradía ni hermandad si no hay celebración a través de la eucaristía. No hay cofradía o hermandad si no hay formación, que sepamos por qué estamos, que sepamos qué procesionamos, que sepamos por qué lo hacemos. Y, por supuesto, no hay cofradía o hermandad si no hay compromiso con los pobres. Si en nuestra cofradía no hay ayuda a los pobres y necesitados de nuestro entorno, es una vivencia estéril. La fe me lleva al compromiso en favor de los pobres.
Las hermandades y cofradías tienen una belleza que brota de la fraternidad. Cada cofradía es una experiencia de comunión. Cada cofradía es una oportunidad para vivir la fe en comunidad. En este jubileo, somos llamados a renovar nuestra comunión: con Dios, con la Iglesia, entre nosotros. No es que cada una actúe por su cuenta, sino que toda cofradía es parte de la Iglesia, parte de la comunidad de fe de Navarra. Ser signo de comunión también implica acoger al hermano que siente que “no tiene lugar”, al joven que quizá duda, al mayor que ha dado tanto, al que sufre y espera, al pobre y marginado que llama a nuestra puerta. Las cofradías pueden ser un lugar de encuentro, de acogida, de escucha.
Hoy, ver tantas hermandades y cofradías juntas es un signo de esperanza. Precisamente en este año en el que celebramos el Jubileo de la Esperanza, nuestras imágenes, nuestros pasos, son muestra de la cercanía y presencia de la Iglesia en nuestras vidas, en la calle, con el pueblo y eso contagia esperanza en la gente que participa en estas procesiones y celebraciones y también entre la gente que las ve. Es evangelización viva, catequesis manifiesta del amor de Dios para con todos nosotros."
.
Al finalizar la ceremonia pudimos confraternizar y fotografiarnos con el Sr. Arzobispo y demás Cofradías.
Muchas gracias a todos por vuestra asistencia .
Las fotos las podéis ver en SECCION FOTOS CULTURALES
Poli Yániz Eguilaz